International Workers' Day.


"La vida es eterna en cinco minutos" 
Víctor Jara.

Tal día como hoy, hace 129 años, se inició una huelga en Chicago (EEUU) reivindicando la jornada laboral de 8 horas, entre otras peticiones. Lo que empezó de forma pacífica, acabó con 5 condenados a muerte tras un juicio ilegítimo. Obviamente no fue un hecho aislado, sino que se sumaron movilizaciones similares alrededor de todo el mundo, hasta el día de hoy que cada 1 de mayo festejamos "El día del trabajador".

Lo más curioso de todo es que la razón de solicitar jornadas laborales de 8 horas era que, de este modo, se dispodría "de 8 horas de descanso y 8 horas más para la casa". Sin duda, ¡era un plan sin fisuras! sino fuese porque 129 años después andamos tirando todo lo conseguido por la borda, cumpliendo horarios de trabajo (afortunado/a quien lo tenga) que superan de forma absolutamente abusiva y precaria estas ocho primeras horas ocupacionales, en detrimento de las horas de sueño y de dedicación a la casa, que en ocasiones rozan el ridículo.

Y lo peor de todo no es que dejemos de dormir o de mantener el orden doméstico, una vez más, las/os que más pierden en todos esto son los benjamines de la casa, que, además de faltos de atención y cariño, cumplen con jornadas " laborales" incluso más amplias que las nuestras, puesto que nuestro tiempo de desplazamiento también entra en el pack.

Sin duda, los tiempos están cambiando y las consecuencias no se están haciendo esperar, sólo deseo que nuestras/os hijas/os y nosotras/os mismas/os seamos lo suficientemente valientes para luchar por los derechos perdidos, pasada la resaca de la fiesta.

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