La sorpresa de la noche
Tal día como hoy, hace 36 otoños, a punto de anunciarse la medianoche, nací yo: la gran sorpresa, sin nombre y con asombro de todos los presentes, como trajeran de bienvenida. Y no es que mi madre no supiese que estaba embarazada sino que, después de meses de estricta dieta médica bajo amenaza de sobrepeso, dio a luz a dos hijas gemelas tan compenetradas, que su corazón acompasado no anunció la oferta de 2x1. Cuenta mi madre que la cara del médico fue un poema, cuando tras el primer alumbramiento, le anunciaba, con un "¡Prepárese que llega otro!, que lo mejor estaba por llegar.