Tal día como hoy o, mejor dicho, noche me estrené en el mundo blog. Fue una decisión meditada, pero sobre todo muy pateada; todos los días, durante 9 meses (un embarazo en toda regla), me hice 4km para ir en busca de la fierecilla y llevarla de regreso a la madriguera. Sin duda, esas idas y venidas dieron oportunidad de reflexionar y filosofar sobre todos los cambios vitales que supuso mi propia mamamorfosis. Así que, ni corta ni perezosa, me dispuse a transcribir todo aquel maremágnum con la intención de poner algo de orden, una pizca de cordura y un ápice de deseo por compartir experiencias allende las fronteras virtuales.